mayo 25, 2025

Hileras de olivos

Bajo un cielo claro de azul andaluz,

la tierra se viste de rojo encendido,

y entre hileras de olivos firmes y antiguos

se dibuja el sendero que lleva al latido

de un pueblo que canta con luz y suspiros.

Arquillos, mi cuña , mi nido bendito,

con tu Torre que vela los sueños dormidos,

con la Fuente Buena, que guarda en sus aguas

los cuentos del tiempo, los juegos, las gracias.

Allí el Pelotero aún cruza la plaza.

Y suben aromas de aceite y de hogar

desde los campos hasta el altar

de San Antón y la Inmaculada,

que en cada enero y cada alborada

visten de fiesta la calma del alma.

Aquí todo es eco de infancia y consuelo,

cada rama me sabe a caricia de abuelo,

cada paso resuena en la piedra y el suelo

como un verso escondido entre túneles viejos.

Isabel Poyato.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *