Quiero beber agua de tu boca,
sorbos de vida en cada beso,
manantial que calma mi sed
y me sumerge en su universo.
Quiero sentarme en la sombra de tu cuerpo,
descansar en su cobijo eterno,
que el mundo se apague un instante
mientras me envuelves con tus brazos.
Quiero sentir los latidos de tu corazón,
eco sagrado en mi pecho dormido,
ritmo que marca mi existencia,
música en la que todo ha sido.
Quiero mirarme en tus ojos,
ser el reflejo que en ellos danza,
ver mi alma escrita en su fondo,
sentir que tu mirada alcanza.
Quiero ser acariciada por tus manos,
ser susurro en su roce callado,
que en cada trazo de su viaje
mi piel se haga nido sagrado.
Y quiero perderme en tu abrazo,
ser parte de ti sin regreso,
que el amor nos cubra de estrellas
y nos atrape en su fuego eterno.