Tú la semilla
Yo la tierra.
Y sembramos sarmientos nuevos,
Y nacieron frutos prohibidos.
Y nos hicimos adictos a ellos,
Era un vicio refinado…
Todo efecto tiene su causa…
Cuánto más se abonaba la tierra
Más semillas brotaban,
Y Más nos amábamos sin cesar.
Nuestro lenguaje destilado
Provocaba odiseas peligrosas.
Las caricias eran palabras,
Las miradas besos,
El aliento intenso se incrustaba en el alma…
Volátil amor retenido entre abrazos
Mientras un halo de esencias afrodisíacas nos envolvía.