Hay algo que imposible es:
contentar a todo el mundo
y esto es así de profundo
¿lo va a discutir usted?
Cada uno de nosotros
tenemos nuestro carácter,
que forma de nosotros parte,
y es la lecha que mamamos
casa uno de nuestra madre.
Por eso imposible es
ponernos todos de acuerdo,
si no es por H es por B
pero siempre hay desacuerdo.
Por un camino rural
un viejo y un niño andaban,
les acompañaba un burro
que el hombre viejo montaba.
Un caminante al cruzar
Viendo al niño que iba andando
le dijo:
¿No le da a usted “na”, abuelo
de ir ahí sentado
y el pobre niño andando
que ya se le ve agotado?”
Bajó el viejo y subió al niño
y cruzó otro caminante
que asimismo les dijo:
¿No te da vergüenza hijo,
de ir tú tan descansado
y tu abuelo reventado?
Al fin se subieron los dos
y pasó otro caminante
que al verlos tan descansados
les reprendió al instante:
“Vergüenza debía de daros,
¿no veis al pobre animal
que apenas vida le queda
y lo vais a reventar?
Por ello al fin decidieron
bajarse los dos del burro,
y yendo los tres caminando
cruzó otro viajero
que al ver los tres como iban
pensó para sus adentros:
Mira que son los dos tontos
cansados de caminar van
¡ y con el calor que hace!
y el burro tan fresco delante.
No lo entiendo, de verdad,
¡qué gente tan ignorante!
Aquí se ha avisto muy claro
que actuar a gusto de todos
aunque se intente de hacer
es imposible lograr.
¡Aprender de estos viajeros!