Un suspiro es una exhalación suave
que expresa tristeza o deseo,
un lamento es una queja profunda
que expresa dolor y sufrimiento.
Un suspiro puede ser una señal
de un corazón roto de amor,
un lamento puede ser un grito
de un alma que sufre y llora.
Un suspiro puede ser una brisa
que acaricia tu rostro y tu piel,
un lamento puede ser un huracán
que arrasa con tu corazón y tu cielo.
Un suspiro puede ser una lágrima
que cae en silencio y se evapora,
un lamento puede ser un llanto
que se hace eco en el alma y la memoria.
Un suspiro puede ser una esperanza
que surge de las cenizas del dolor,
un lamento puede ser una carga
que pesa sobre el corazón y el honor.
Un suspiro puede ser una canción
que se canta en el viento y el mar,
un lamento puede ser una nota
que se toca en el piano y la guitarra.
Un suspiro y un lamento
son dos lados de la misma moneda,
dos expresiones del alma humana
que nos hablan del amor y del sufrimiento.
