enero 16, 2022

NUBE BLANCA

NUBE DE ALGODÓN

Miraba una niña al Cielo
sus nubes inmaculadas,
la blancura y su tersura
el alma le enamoraban,
adoraba a la nubes
y al verlas se preguntaba:
¿Por qué camino se sube?
Un día que las contemplaba
en medio de un campo desierto,
escuchó una voz muy dulce
que procedía de lo alto.
“Niña”, soy yo quien te habla,
soy la “nube” que tú miras,
¿te apetece visitarme?
¿Quieres que yo aquí te suba?
La niña creyó que soñaba,
que la voz era mentira,
muda quedó de palabra
y con cara sorprendida
más moviendo la cabeza
le indicó que si… que si quería.
De pronto, en solo un instante,
en lo alto se encontró
sobre una nube flotante
en un mundo de algodón.
Sus pies, al andar sentían,
que el suelo parecía esponja,
y al caminar insegura,
además ¡del frio que hacía!
temblaba como una hoja
con las manos “arrecias”.
Se asomó por un resquicio,
desde allí miró hacia abajo,
y con bastante trabajo
vio la Tierra allá muy hondo,
y tanta tristeza sintió
que de emoción rebosó
y a la nube blanca le rogó que…que,
¡ la devolviera a casa!
¡De repente abrió los ojos!
y al despertar se dio cuenta
de que todo había sido un sueño,
de esos que una alimenta,
y pensó ya con más calma:
Aunque otros mundos añore…
El mejor que hay es mi casa
donde feliz me siento
rodeada de mis amores.



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