Una noche soñé…
Soñé que era la luna.
Sin saber caminar,
como luna comencé a andar
entre montañas y llanuras
llegue hasta el mar.
Desde el mar subí al cielo,
luego volví a bajar,
encontrándome en la tierra
con un gran manantial.
Entre la luna, la tierra y el agua
pasé todo mi sueño…
La noche… la noche reversible,
me volvió a la realidad.
Nadie supo dónde estuve…
¡no lo supo nadie!
Tampoco yo lo dije.
¡No, yo tampoco lo dije!
Mi cuerpo… si, mi cuerpo…
lleno de emociones tembló,
porque allí en lo más alto,
fue visible el horizonte.