De ir al cine como antes
eso ya se lo llevó el viento,
hoy va todo diferente,
el corazón se les sale,
al recordar viejos tiempos.
Eran épocas de restricción,
de moral exagerada,
para besar él a la novia
había que buscar ocasión,
y encontrar el momento.
En aquellas salas antiguas
cuando las luces se apagaban
los novios besos se daban,
se quedaban sin aliento
y la peli no importaba.
La sala era su cómplice,
entre beso y beso algún achuchón,
pues era el único lugar
con cierto acercamiento.
En el cine compartían secretos,
se disfrutaban los roces,
ellos al recordarlo sienten
revivir aquellos momentos
que eran de hermoso goce.
Hoy para robar un beso
no es necesario ir al cine,
se dan en cualquier momento
a cualquier hora de día
sin pudor ni aspavientos.
Antes los besos eran ingenuos,
ahora todo corre deprisa,
para ellos un besos desde convertía
en amor y sonrisas.
No es que ahora el amor esté ausente,
me refiero a hoy día,
porque al haber cambiado los tiempos
no existe aquella ilusión de decir…
vida mía yo te llevo muy dentro,
muy dentro de mi corazón.
Ahora el amor es superficial,
no hay sensación de peligro
si alguien los ve besarse
no impondrán ningún castigo.
y a los padres se lo dice