Queridas gemelos,
la vida nos sonríe desde que sabemos que vais a llegar.
Naceréis y podremos estar toda la familia junta.
Con vosotras nuestros hogares se llenarán de amor.
Seréis el sol durante el día,
por la noche la luna y las estrellas.
Seréis luz de nuestros ojos.
Vuestros abuelos estamos muy contentos.
Deseamos cantaros nanas, acariciaros´
y contaros bonitos cuentos.
La alegría de nuestras vidas huele a vosotros,
porque sois razón de nuestra dicha.
Vuestro primo Daniel está muy ilusionado,
ya pregunta por vosotros y
se le ilumina la cara cuando os nombra.
Sois el regalo más bello y grande de la vida
que Dios nos ha dado para ser felices.
A estas alturas de nuestras vidas
somos dichosos por vosotros.
Cada día nos sentimos más ilusionados.
Sois corazones que laten dentro de nuestras almas,
alegría de nuestro ser,
futuro lleno de magia con risas y juegos.
Os pensamos en futuro
con vidas llenas de bondad,
generosos, solidarios y humildes.
Os queremos con todo nuestro corazón.
Seréis por siempre y para siempre, nuestros amores.