Mujeres valientes,
mujeres fuertes,
que enfrentan al mundo con coraje y amor.
Luchadoras incansables, trabajadoras, persistentes,
que nunca se rinden y siempre dan lo mejor,
haciendo labores tan grandes como grande es su corazón.
Perseverancia admirable.
Fuerza inquebrantable.
Mujeres que nunca se detienen ante el desafío,
siempre con determinación y bravío,
luchan por los sueños
hasta alcanzar su realización.
No permitamos que nadie nos detenga.
Somos modelos de esfuerzo y sacrificios,
cada atarea es realizada con precisión.
Madres, hijas, hermanas y amigas,
compañeras de vida, confidentes y guías, regalos del cielo,
luz ilumina el camino en el suelo.
Nuestra belleza no es física,
sino bondad que nos hace únicas.
Nuestra humildad no es debilidad
sino una fortaleza que nos da seguridad.
Por eso hoy digo gracias,
gracias por la entrega y el amor.
Isabel Poyato Chacón