En la quietud de la noche oscura
la soledad se cuela en mi alma,
y un silencio profundo me embarga.
Las sombras bailan a mi alrededor,
mientras el tiempo se detiene sin pudor.
Mis pensamientos vagan sin rumbo fijo,
en ese mar de silencio y abismo.
Pero en la soledad encuentro paz,
es el espacio donde mi ser
se encuentra conmigo misma.
En lo más profundo descubro que,
la soledad no es un mundo,
son instantes de calma y reflexión,
un regalo para el corazón.
En la soledad encuentro mi verdad,
y aprendo a amar mi propia libertad.
Después, en la calidez de una sonrisa amiga,
encuentro la luz que a mi alma abriga.
La compañía es un abrazo en la tormenta,
un refugio seguro que al corazón sustenta.
Entre risas compartidas
y palabras sinceras,
se teje el lazo que une a almas gemelas.
La compañía es un regalo del destino
que ilumina nuestro camino,
como faro como faro en la oscuridad.