En marzo la nieve cae con gracia,
vistiendo de blanco la tierra con audacia.
Un manto frío cubre el suelo con esmero,
transformando el paisaje en un bello invierno.
En Semana Santa, cae la nieve con suavidad.
entre música, vivas,
pureza y solemnidad.
Los copos danzan en el aire con alegría,
creando espectáculo cada nuevo día.
El silencio se adueña del ambiente con calma,
mientras la nieve acaricia las almas.
Así, la nieve en este mes especial,
nos invita a disfrutar de su belleza sin igual.
Los Pasos se abren paso entre la nieve fría.
Las velas iluminan la noche sombría.
Un escenario único, donde la fe se entrelaza
con la magia de la nieve que todo abraza.
Semana Santa vestida de blanco y fervor,
un recordatorio de que la vida es cambio constante,
y que incluso con nieve, la Semana Santa
es luz radiante.