Anoche pasó algo raro,
¡la luz dijo “chao” sin avisar!
La tele quedó en silencio,
¡y no pude ni parpadear!

La nevera hizo un suspiro,
la lámpara bostezó,
el microondas se enfadó
y el reloj… se despistó.

Buscamos velas corriendo,
como en un cuento encantado,
y mi abuelita, riendo,
dijo: “¡Esto está iluminado!”

Jugamos con las sombras
que bailaban en la pared,
hicimos caras de monstruos…
¡y hasta un castillo con un pie!

El apagón fue una fiesta,
sin tablet, sin móvil, sin red,
pero con cuentos y abrazos,
¡que brillaban sin LED!

Y cuando volvió la corriente
con su chispa y su zumbón,
yo dije: “Gracias, señora luz…
¡pero me quedo con el apagón!”
Isabel Poyato
Dedicada a mis nietos.